Emociones y Sentimientos
Ver Cartel de Semana Santa de Zamora 2005
Cada una de mis pisadas es una pincelada y todas seguidas han sido y siguen siendo mi mejor camino. Enrique Seco San Esteban / Julio de 2010

En la Zamora de 1938, en plena contienda, ve la luz el niño Enrique Seco San Esteban, hijo de un maestro chocolatero y “la mejor modista del mundo” tal y como la recuerda el pintor.

De formación autodidacta, Seco San Esteban comienza a pintar en 1963 y en esa misma década viaja a París donde bullen todas las vanguardias y tendencias artísticas. Allí el zamorano experimenta, aprende y sobre todo decide. No acepta convertirse en imitador de grandes pintores, tal y como le proponen, sino que opta por hacerse fuerte en lo que él cree: la pintura de lo auténtico, lo sencillo pero básico.

Su primera exposición tiene lugar en su Zamora natal, en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, en 1964. Después de esa, vendrían decenas más por buena parte de España.

Su actividad, incansable, le sitúa a día de hoy con el pincel en la mano, en su casa del zamorano barrio de Carrascal, donde tiene una calle con su nombre y donde se puede leer en una gran placa de bronce, una suerte de “epitafio vital” que no es otra cosa sino el agradecimiento de sus vecinos.

Allí sigue pintando al natural, entre sus gallinas, a las que también ha hecho en innumerables ocasiones, dignísimas protagonistas de su obra.

Su estilo, constumbrista e impresionista, apegado a la realidad se define cada vez que apoya el pincel en el lienzo. Pinta “de primera intención” con pinceladas sueltas, apostando por la fuerza del instante. Como él mismo reconoce.

“Mis entrañables manchas vivas de color, mientras os he estado pintando, habéis sido la emoción de mi alma y la expresión rápida de mi mano. Apuntes al óleo, que son resúmenes de toda mi vida artística y están firmados con mi fiel vocación”.

Enrique Seco San Esteban ha sido distinguido con varios galardones, aunque entre todos destaca el Premio Castilla y León de las Artes de 2010 que recabó más de un centenar de apoyos. “Mi pueblo es Castilla y León”, con estas palabras agradeció el artista dicho galardón.

Pero además, Seco San Esteban desarrolla paralela a la pintura, otra faceta artística: la poesía.

“Escribiendo se quedó mi imaginación en blanco y, sin escribir, sabía lo que escribía.”
Así lo expresa es su pequeño poema de 2006 titulado “Pasión de Lapicero”.

Enrique Seco San Estaban comenzó a escribir en 1988 “sin otra cultura académica que sus sentimientos”. El polifacético artista escribe “Incluyo, dentro de mi obra pictórica, mi vocación poética, aunque no se bautizara en el mismo día por ser vocación tardía”.

Ha editado hasta el momento 14 libros de poesía.
Si tuviera que elegir un pintor, se quedaría con Velázquez.  Al maestro le asombra la realidad de su pintura y él mismo en cada obra intenta plasmar, la hondura de la realidad, filtrada por la luz del campo de su tierra, al que acudía de niño con los abuelos a ayudar en tareas de entonces, como la siega.

La expresión del instante es la plasmación de su obra, la humildad es el catalizador de su vida.


Qué han dicho

Próxima exposición: Del 14/10 al 4/10. Espacio 36, galería de arte. Zamora.
Aviso legal